martes, 1 de noviembre de 2011

X.- The worst party ever.

No estaba tan mal la fiesta. La casa era de un chico del salón llamado Edward. Había ido con Drake y Helena, con quien ya le había dicho lo de quedarse en su casa. No hubo inconveniente con eso. Todo bien, ya eran como las 12:30 am. Ya había tomado un poco, pero por suerte de la ocasión, supo controlarse con los tragos. Edward, quien no tuvo la misma conciencia que la pelirroja, estaba algo ya ebrio. Se le acercó a Emily.

-Hey! Quieres bailar? – la llamó.

-Claro – aceptó ella, vacilando un poco. Salieron junto con el resto. Estaba todo normal, cuando pocos segundos después, él la apegó bruscamente hacía si mismo por la cintura – hey! que haces?!

-Nada, solo que… es…estas muy hermosa c…con ese… vestid…o – le decía balbuceando. El chico se acercó rápidamente y la besó para tener a cambio una cachetada por su parte.

-Imbécil! – le giró pero él se enojó y a la fuerza la obligó a subir a los cuartos. Después de todo, era su casa. La obligó a entrar y cerró la puerta tras él. Emily se asustó pero no era capaz de hacer algo!

-Que mierda estas haciendo?! – no respondió, solo se le fue encima a Emily, besándole el cuello y haciéndole caer en el sillón. Ella trató de salir pero Edward la tomó de un brazo bruscamente y la volvió a jalar.

-No vas a salir, Emily – la siguió besando por todo el cuerpo mientras trataba de quitarle el vestido. Ella no se dejaba…

Seguía en la fiesta pero había visto ese pequeño acto de Edward. Drake estaba preocupado por la seguridad de su amiga, así que subió par estar seguro de todo. Pasaba por lo cuarto cuando empezó a escuchar todo.

-Déjame, idiota! – le gritaba la chica, levantándose una vez más para volver a ser jalada por la cintura hacía el sillón.

Se dio cuenta de lo que pasaba y abrió la puerta para encontrarse de frente con ella.

-Emily, estas bien? – la abrazó. Edward se había quedado sentado ahí, mirándolo fijamente con odio.

-Drake, vámonos, por favor – se separó de él y bajaron nuevamente. Todo estaba como si nada hubiera pasado. Llegaron al primer piso.

-Te acompaño a tu casa? – le ofreció él.

-No, no quiero volver tan pronto, me puedo quedar en tu casa por mientras?

-Claro, vamos – salieron de la fiesta, camino a la casa del chico. Por el camino se pusieron a conversar – Hm… perdona si soy muy entrometido, pero, que quería Edward?

-Seguro tener sexo, que más podría ser? – suspiro. – pero ya pasó, cambiemos de tema.

-Ok… tienes un tatuaje? – dijo fijándose en el cuello de ella. Su cabello estaba hacía el otro lado, lo cual lo dejaba al descubierto.

-Pues, sí –sonrió.

-Pero el colegio no lo permite…

-Y quien dice que tiene que saber? – ambos rieron – en fin, a que la pregunta?

-Se me hacía raro que una chica tenga un tatuaje. Y tengo uno, y es la causa de que casi me expulsen una vez – Emily rió.

-Y de que es?

-Exactamente, ni yo sé. Estaba entre los modelos y me gustó. No son más que líneas atravesadas – le sonrió. Caminaron un poco más y llegaron a un edificio.

-Listo, aquí es. El segundo piso –subieron y Drake abrió la puerta. Estaba todo oscuro y silencioso.

-No hay nadie?

-No, vivo solo a petición de mis padres – respondió con simpleza

-Porque?

-Tengo 19 y mis padres son muy estrictos con respecto a la independencia. Bien, ven al cuarto.

-De acuerdo – lo siguió.

-Si quieres descansar, usa la cama, yo iré al sofá.

-Gracias – se sorprendió de su amabilidad, nunca lo fue tanto. El celular del chico sonó. Contestó y salió de la habitación.

-Estas bien? – era Frank otra vez. Emily ya se estaba acostumbrando de a pocos.

-Si, fue algo del momento. Ahora, si me podrías explicar que pasó?

-Claro, pero… - Drake entró nuevamente.

-Era una prima, dice que vendrá pronto – dijo mientras guardaba su celular en el bolsillo. Levantó la vista hacía Emily – Emily, ten cuidado – dijo fríamente.

-Que? Porq… - se dio cuenta – lo puedes ver?

-Tu lo puedes ver? – preguntó el chico también, confundido.

-Ella es mi hermana, el es vidente y yo estoy muerto – respondió Frank precipitadamente -arreglado?

-Pues, algo… -dijo la chica – en fin, puede contarme de una vez lo que pasó?

-Hm… Me voy? – preguntó Drake.

-No, puedes quedarte –le sonrió ella.

-De acuerdo – dijo Frank.

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